Blog,  Relatos de terror

La presencia inexplicable.

La parálisis del sueño se convirtió en una constante en mi vida desde que tenía 14 años. Por lo general, solo experimentaba la sensación de no poder moverme y estar completamente consciente de ello. Sin embargo, hubo una ocasión que superó todas mis anteriores experiencias y me sumergió en un terror inimaginable.

Una noche, mientras me encontraba inmovilizado en la parálisis del sueño, percibí la presencia de alguien adentrándose sigilosamente en mi habitación. Mi corazón comenzó a palpitar con fuerza mientras luchaba por liberarme de mi inmovilidad. De repente, sentí cómo ese intruso desconocido me envolvía en un abrazo tan opresivo que sentí cómo mis huesos se aplastaban y mi espalda se arqueaba en un ángulo imposible. La sensación era intensamente dolorosa y me invadió un miedo indescriptible.

Desesperadamente, intenté liberarme de aquel agarre siniestro, pero mis esfuerzos solo parecían enfurecer aún más a la entidad que me rodeaba. Podía escuchar sus siniestros gruñidos resonando en mis oídos, como si mi lucha por escapar le provocara un enojo cada vez mayor. Finalmente, en un momento de pura determinación y angustia, logré liberarme de la parálisis y me vi sumido en un escalofrío helado que recorrió cada centímetro de mi cuerpo. El dolor en mi espalda persistía, recordándome la cruel realidad de aquella experiencia.

Desde aquel acontecimiento, sigo padeciendo la parálisis del sueño, pero ninguna de mis posteriores experiencias se ha asemejado a la intensidad y la presencia maligna de aquella noche. Me encuentro constantemente en una búsqueda por comprender qué ocurrió realmente en aquella ocasión, pero el misterio continúa sin resolver, sumiéndome en un estado de intriga y temor latente.

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