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La Posada de Ettal
Cuando tenía 15 años, viajé a Europa con mi familia. Nos alojamos en Ettal, Alemania, en una pequeña posada durante algunas noches. Mis padres tenían una cama doble en el segundo piso, mis hermanas ocupaban la habitación doble al lado de la suya, y yo tenía la suerte de tener una habitación individual para mí solo en el otro extremo del pasillo. Tan pronto como subí al corredor donde estaban nuestros dormitorios, recuerdo sentir como si hubiera entrado en una especie de muralla con mala energía. Me invadió una sensación de nerviosismo e inquietud. Atribuí esas sensaciones a mi imaginación hiperactiva y continué sin darles mayor importancia. Dormí la primera…