La Quemada
Durante la época de la Nueva España, llegó a vivir a la Ciudad de México una hermosa joven española llamada Beatriz, en compañía de su padre Gonzalo de Espinosa. Se dice que Beatriz era reconocida por su bondad y buenas costumbres. Sus encantos físicos llamaron automáticamente la atención de muchísimos hombres. Entre tantos pretendientes resaltaba un italiano llamado Martín de Scopoli a quien Beatriz rechazaba y evitaba a toda costa. Martín loco de amor, empezó a matar a cada hombre que se acercara a pretender el amor de la joven. Beatriz al enterarse de lo ocurrido no pudo evitar sentirse culpable, entonces una mañana les pido a todos los empleados de su lujosa casa dejarla sola. Fue cuando llena de valor sumergió su bello rostro en un recipiente con carbón ardiente. Ella pensó que de esta manera desparecería la belleza que atraía a tantos hombres. Sus gritos se escucharon por toda la calle y muchos acudieron a su auxilio. Cuando Martín se entero de la noticia acudió lo más pronto posible al domicilio de Beatriz y a diferencia de los demás, él fue el único que no le hizo ningún desagrado. Por lo que Beatriz al percatase de esta acción decidió aceptar casarse con Martín, portando en su boda un velo blanco. Desde ahí hasta sus últimos días porto siempre un velo negro que cubría sus cicatrices.