Relatos de terror
Relatos de terror
-
Sombras del pasado
Hace algún tiempo, a un amigo mío que trabaja en una empresa de seguridad privada lo destinaron a cuidar un antiguo cementerio. La razón detrás de esta asignación era la reciente oleada de robos de placas de bronce en la parte más antigua del camposanto, que data del siglo diecinueve. A él y sus colegas les proporcionaron cuatrimotos para recorrer el vasto terreno. En una de esas noches, en medio de la oscuridad sepulcral, algo inesperado sucedió. De la nada, un niño de unos seis años apareció frente a él. El vehículo se detuvo bruscamente y las luces se apagaron misteriosamente. Mi amigo, desconcertado, sacó una linterna para iluminar la…
-
Las Gemelas
Les preparó el almuerzo y salieron apresuradas a la calle. Como era costumbre, llevaba a sus hijas gemelas al colegio, caminando de la mano y tarareando una canción alegre. Sin embargo, el teléfono sonó en su bolso, una llamada del trabajo que parecía urgente. Respondió con rapidez, y su interlocutor le pidió que acudiera de inmediato a la oficina. Algo grave había sucedido. Tomó una difícil decisión en un instante: dejar que sus hijas continuaran solas, sabían perfectamente el camino. Las besó en la frente con cariño y emprendió el camino de regreso a casa, a tan solo veinte pasos de ellas. Pero entonces, un fuerte estruendo y un frenazo…
-
Visitante Nocturno
Leonor se mudaba de nuevo. Era una rutina que su madre había adoptado debido a su pasión por la restauración y las casas antiguas. Cada vez que se cambiaban de casa, la niña luchaba por conciliar el sueño en su nuevo entorno. Aquella noche, la primera en su nuevo hogar, su madre le había dejado una pequeña bombilla encendida para disipar sus temores. Los primeros días fueron difíciles para Leonor. El crujir de las ventanas y el parqué la despertaban continuamente. Pasaron tres noches de insomnio antes de que comenzara a acostumbrarse a los ruidos y finalmente pudiera descansar. Pero, una semana después, en medio de una noche fría y…
-
La Chica de la Curva
Un padre de familia regresaba a casa después de una larga jornada laboral por la carretera panamericana, un tramo que enlaza Puebla con Morelos. La noche era oscura y lluviosa, las gotas de lluvia golpeaban el parabrisas y el frío se infiltraba en el coche, pesando sobre sus párpados cansados. A medida que avanzaba por la carretera, las gotas de lluvia caían con mayor intensidad, y el asfalto sinuoso parecía deslizarse bajo sus neumáticos. El hombre se esforzó por mantenerse alerta, apretando el volante con firmeza y reduciendo la velocidad. Justo entonces, los faros del coche iluminaron la figura de una joven empapada por la lluvia. Estaba quieta al borde…
-
Elena
En la época colonial, en una oscura hacienda convertida en hospital para los desfavorecidos, vivía Elena, una enigmática practicante de enfermería. Aislada de sus compañeros, prefería el misterio a la camaradería. Una noche, movidos por una risueña malicia, sus colegas llevaron la amputada pierna de un paciente y la depositaron en su cama, esperando verla sobresaltarse antes de la cena. Sin embargo, el tiempo pasó y Elena no salió ni se dejó ver. Intrigados por su audacia, los jóvenes finalmente entraron en su cuarto solo para encontrar una visión macabra: Elena estaba sentada en la penumbra, la pierna mutilada en sus manos, devorándola con una avidez que heló su sangre.…
-
La figura del baño
Cuando tenía entre 4 y 5 años, en la casa en la que vivíamos, había un baño que me generaba una sensación de profundo terror. En ese baño, yo solía ver a una figura femenina que llamaba “la señora de los besitos” y, ingenuamente, compartía con mis padres acerca de mis encuentros con ella. Mi mamá creía que era una historia inventada por mi papá, y viceversa, hasta que un día decidieron preguntarse mutuamente sobre esa historia y descubrieron, con un escalofrío recorriendo sus cuerpos, que ninguno de ellos era responsable de inventar ese relato macabro. Curiosamente, cuando llegamos a esa casa, mi madre se había percatado de algo perturbador:…
-
Los lamentos de la noche
Después de dar la bienvenida a mi tercer hijo, todo parecía ir bien hasta que cumplió tres semanas de vida. En ese momento, comenzó a experimentar frecuentes episodios de vómitos cada vez que le daba su leche. Preocupada por su salud, pasé una semana lidiando con esta situación y finalmente decidí llevarlo al médico en busca de ayuda. El doctor le recetó una medicina para controlar el problema, y regresamos a casa con la esperanza de que las cosas mejorarían. Esa noche, me quedé despierta, inquieta y preocupada, con mi mente llena de pensamientos sobre mi bebé. Eran alrededor de las 2 de la madrugada cuando decidí ocupar mi tiempo…
-
La mano que agarró mi tobillo
Hace unos años, cuando tenía alrededor de 16 años, ocurrió algo aterrador que aún me persigue en mis recuerdos. Era una noche tranquila, estábamos cenando en familia y, tras terminar la cena, decidí subir a mi habitación para ver televisión. Mientras ascendía las escaleras, sentí de repente una mano grande y áspera que agarraba mi tobillo y me hizo caer de manera violenta. El miedo se apoderó de mí y lancé un grito desesperado, alertando a mi familia. Todos acudieron rápidamente a mi auxilio, pero al buscar en el lugar no encontraron absolutamente nada. La confusión y el desconcierto se apoderaron de nosotros. Decidimos regresar a nuestro dormitorio y, desde…
-
El abrazo inexplicable
En mi ciudad natal, experimenté una serie de mudanzas antes de finalmente encontrar un lugar permanente para vivir. Una de esas casas en las que residimos durante un tiempo tenía dos pisos, y curiosamente, me asignaron el cuarto de abajo como mi espacio personal. Sin embargo, una noche en particular, algo inquietante sucedió y dejó una marca imborrable en mi memoria. Esa noche, mi perro comenzó a ladrar frenéticamente y se precipitó hacia mi habitación. Podía ver claramente su miedo y su negativa a acercarse a la puerta, lo cual me desconcertó por completo. Intrigada, revisé la puerta, pero no encontré nada fuera de lo común. Decidí ignorar el incidente…
-
Entre sonidos y presencias
Un día, mientras estaba concentrado haciendo mi tarea en la cocina en plena madrugada, ocurrió algo sumamente extraño. De repente, escuché el grito de un hombre. No logré entender lo que decía, y pensé que tal vez era solo algún borracho de la calle, así que opté por ignorarlo. Sin embargo, con el paso del tiempo, comencé a percibir un silbido a lo lejos, una melodía desconocida que se aproximaba cada vez más. Aunque traté de restarle importancia, el sonido se volvía cada vez más nítido y cercano. Decidí mantener la calma y no prestarle mucha atención, ya que no era la primera vez que sucedían cosas extrañas en esa…